El fundador de Wikileaks, Julian Assange, alertó este jueves en una rueda de prensa a través de internet que la CIA estadounidense ha “perdido el control de todo su arsenal de armas cibernéticas”, que podrían estar en el mercado a negro a disposición de “hackers” de todo el mundo.
Tras revelar el martes un supuesto programa que permite a los servicios secretos estadounidenses penetrar en computadoras, teléfonos y televisiones inteligentes, Assange calificó de “devastador acto de incompetencia” por parte de la CIA que ese software se haya distribuido.
El responsable del portal de filtraciones aseguró que cuenta con detalles técnicos de esos programas que no hará públicos por el momento, sino que los compartirá con compañías como Apple y Google para que puedan desarrollar medidas contra esos “virus y troyanos”.
El activista australiano, refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, relató cómo el software “fue pasando de mano en mano por diferentes miembros de la inteligencia estadounidense, sin autorización y sin control”.
Assange aseguró que la CIA sabía desde hacía al menos dos meses que había perdido ese material, pero “no advirtió a los ciudadanos” de que podían ser espiados con él.
“Es el mayor arsenal de virus y troyanos del mundo. Puede atacar la mayoría de los sistemas que utilizan periodistas, gente de los gobiernos y ciudadanos corrientes. No lo protegieron, lo perdieron, y luego trataron de ocultarlo”, lamentó el activista.
Los programas de la CIA estaban originalmente almacenados en un sistema informático “aislado” (sin conexión a internet) en un centro de ciberespionaje en Virgina (EEUU), aunque también se utilizaban desde el consulado estadounidense en Francfort (Alemania).
“¿Por qué la CIA no actuó más rápido para actuar en conjunto con Apple, Microsoft y otros, de forma que pudiéramos habernos protegido de sus propios sistemas de armas cibernéticas?”, se preguntó el australiano, a quien reclama la justicia sueca por un supuesto delito sexual que él niega.
Wikileaks divulgó el martes la primera entrega de una serie que ha bautizado como “Vault 7”, que califica como “la mayor filtración de datos de inteligencia de la historia”.
(Télam)